Y mírame, aún sigo siendo la misma que era ayer, cuando aún te quería.
No sé porqué pero no hubo ni despedida y abrace a algunos parecidos a ti.
Nunca olvidé aquella sonrisa, te imaginé durante mi vida y sí, te busqué, después de cada herida.
Me emborraché a base de añejo, me acostumbré a tenerte lejos y lloré delante de un espejo. Y es que mírame... aún sigo siendo la misma que era antes de ayer.
Me he acordado de él.
Y es que yo me muero por dormir contigo, comernos el sol y la luna y ver las batallas para así vencer al olvido y empezar de nuevo todo lo que hemos vivido.
Si no a buscar un bar donde beberme tu ausencia y mi soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Escribe en el recuadro blanco de debajo :)